Por Julio Ramos
Director de Consultoría
Mayo 2024
El control de activos fijos es un pilar fundamental en la gestión empresarial moderna. Desde propiedades y terrenos hasta maquinaria y equipos, su gestión eficaz es esencial para optimizar recursos y garantizar el cumplimiento normativo. Este proceso no solo asegura la eficiencia en la utilización y mantenimiento de los activos, sino que también previene pérdidas por deterioro o mal uso, y facilita la toma de decisiones informadas sobre inversión y reemplazo.
Según datos recopilados por diversas fuentes empresariales, prácticamente todas las empresas que poseen activos de larga duración o de valor significativo requieren algún nivel de control de activo fijo. Desde empresas manufactureras y de construcción hasta empresas de tecnología y atención médica, el control de activos fijos es fundamental para una gestión eficiente y transparente de los recursos empresariales.
Este control es esencial para una gestión transparente y eficiente de los recursos empresariales, evitando errores contables y financieros. Además, permite a las empresas operar de manera más eficaz y competitiva en un entorno empresarial cada vez más complejo y desafiante, contribuyendo así a su crecimiento y éxito a largo plazo.
En Tasvalúo, sabemos que el control efectivo de activos fijos se logra mediante diversas herramientas y una gestión especializada, códigos de barras, escáneres, sistemas de etiquetado y auditorías físicas regulares. Estas permiten rastrear ubicación, estado y uso de los activos, asegurando su adecuada gestión y mantenimiento.
Contar con políticas y procedimientos claros para la adquisición, asignación, depreciación, mantenimiento y disposición de activos fijos es crucial. Además, la integración con sistemas contables y de gestión empresarial asegura la precisión y coherencia de los datos. La implementación de un sistema eficiente de control de activos fijos dependerá de las necesidades específicas de cada empresa, considerando su tamaño, sector y presupuesto. Sin embargo, lo más importante es tener en cuenta los objetivos empresariales y seleccionar la solución más adecuada. Esto permitirá tomar decisiones informadas y estratégicas, garantizando una gestión eficiente y transparente de los recursos empresariales, y contribuyendo al éxito a largo plazo de la empresa en un entorno competitivo.
En términos de beneficios tangibles, las empresas que implementan un control efectivo de activos fijos pueden experimentar una serie de ventajas. Entre ellas se incluyen una mayor eficiencia operativa, una mejor gestión del riesgo y la reducción de costos asociados con el mantenimiento y reemplazo de activos. Además, el cumplimiento normativo y la transparencia financiera se fortalecen, lo que puede mejorar la credibilidad y la reputación de la empresa ante inversores, clientes y reguladores.
