Deyanira Rojas
Analista de Oferta Inmobiliaria
Mayo 2024
La pandemia de COVID-19 trajo grandes retos asociados a los drásticos cambios que repercutieron en diversas áreas del día a día. Entre ellos, las dinámicas laborales que demandaron mayor flexibilidad y adaptabilidad, transformando las necesidades en el espacio de trabajo. Debido a ello, los trabajos a distancia e híbrido, en los que se combina la modalidad remota con la presencial, comenzaron a tener mayor participación en el campo laboral.
Los espacios de coworking han experimentado un crecimiento anual significativo en respuesta a la demanda. WeWork define el coworking como un entorno diseñado para profesionales diversos que buscan un espacio de trabajo. Estos lugares ofrecen instalaciones, servicios y herramientas compartidas, lo que distribuye los costos administrativos entre los usuarios. Principalmente utilizados por pymes, freelance y profesionales independientes, fomentan la interacción y aumentan la productividad a un costo accesible y con la flexibilidad requerida en el mundo laboral actual. Además, ofrecen entornos estimulantes para la creatividad, colaboración y networking, creando comunidades sociales y emprendedoras dinámicas.
Previo a la pandemia, el modelo de trabajo a distancia se practicaba ocasionalmente en Europa, con una tasa del 30% en Suecia, Finlandia, Noruega y los Países Bajos, mientras que en los otros países de la Unión Europea (UE), la tasa era de 10%. Al iniciar la pandemia, esta modalidad de trabajo, se normalizo, no sólo en la UE, sino que fue una solución mundial ante el COVID- 19. En la UE 40% de los trabajadores se emplearon a distancia en jornadas de tiempo completo. La proporción del trabajo remoto por país es distinta y se relaciona con los diversos giros industriales, los servicios ofertados y el tamaño de las empresas.
Según estimaciones de SiiLA, durante la pandemia, en México 69% de las empresas adoptaron el teletrabajo, 4% mantuvieron sus operaciones de manera habitual, mientras que sólo 3% suspendió actividades, el restante 24% cambio sus horarios laborales. Esto provoco que la tasa de ocupación de espacios de oficinas clase A y A+ disminuyera de 84% a 75% entre el tercer trimestre de 2019 y el primer trimestre de 2022. Después del tercer trimestre de 2022, el panorama mejoro, al relajarse las medias de confinamiento, debido a ello, los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de SiiLA indicaron que, a partir de este periodo, los niveles de ocupación se han recuperado.
De acuerdo con Deloitte México, en la industria manufacturera, el 60% optó por reducir el trabajo presencial, el 24% se mantuvo en trabajo remoto y solo el 16% continuó con operaciones normales. En servicios, el 54% adoptó el home office y el 37% redujo la interacción presencial, con solo el 9% trabajando normalmente. En el comercio, la mitad operó remotamente, el 41% redujo las operaciones presenciales y el 9% continuó normalmente. En manufactura, el trabajo remoto se limitó a roles directivos; mientras que funciones como compras y creación de productos se realizaron de manera híbrida.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) destacó que el trabajo remoto y el modelo híbrido aumentaron la productividad en un 28% y redujeron los costos empresariales. Estas modalidades también brindan beneficios en el equilibrio entre la vida laboral y personal de los empleados, así como en la disminución de la huella de carbono. Sin embargo, surgen desafíos, como la obligación de los empleadores de cubrir los gastos relacionados con el trabajo remoto, debido a nuevas regulaciones de la la Secretaría del Trabajo de México (STPS) publicadas en junio de 2023 en el Diario Oficial de la Federación, con entrada en vigor en diciembre del mismo año.
De acuerdo con Deyanira Rojas, nuestra Analista de Oferta Inmobiliaria: “La calidad de un buen coworking se define por múltiples factores, como tecnología avanzada, servicios de limpieza, personal amable, ubicación conveniente cerca de áreas comerciales y transporte público, y diseño ergonómico para el confort. Cuando estos elementos se combinan, se observa un aumento en las tasas de ocupación”.
Conforme con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), el mercado de coworking ha crecido, especialmente en grandes ciudades como Ciudad de México. Datos muestran que Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Benito Juárez son las alcaldías con mayor presencia de coworking. Sin embargo, en Gustavo A. Madero solo se identificó uno. Esto refleja patrones de distribución centralizados en la capital. Aunque representan solo el 2% del inventario total de oficinas, se espera un crecimiento continuo en este sector, según El Economista.
En segundo lugar, se encuentran Jalisco y Nuevo León. En Jalisco, Guadalajara y Zapopan destacan, mientras que en Nuevo León sobresalen San Pedro Garza García y Monterrey. En tercer lugar, está el Estado de México, donde, además de Toluca, municipios cercanos a la CDMX como Tlalnepantla de Baz, Huixquilucan y Naucalpan de Juárez registran espacios de coworking. Metepec también ofrece este servicio.
Debido al cambio en la dinámica laboral, Tasvalúo destaca que el coworking ha experimentado un notable crecimiento en la aceptación como espacio inmobiliario, proporcionando soluciones e interacciones valiosas para profesionales que trabajan tanto de manera remota como presencial en entornos flexibles. Ubicado en corredores corporativos, este tipo de espacios multidisciplinarios ofrece beneficios que atraen a los usuarios a invertir en su desarrollo. Para nosotros, es esencial considerar la oferta de estos proyectos, dado su crecimiento favorable y la demanda en expansión. Conocer los diferenciadores es clave para destacar y captar a más usuarios, manteniendo así la satisfacción del cliente.